Nuestra democracia ha fracasado. Este fracaso es mucho más palpable desde abajo, desde la humedad de la ignorancia; desde la preocupación por la sobrevivencia, desde el insomnio de la incertidumbre. Si, ese fracaso es mucho más evidente desde aquí, desde donde pernoctan los “esclavos modernos” de nuestra sociedad.
Desde arriba el panorama es diferente. ¡A los de arriba, por el contrario, les ha ido muy bien!
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